viernes, 13 de julio de 2012

Filosofadas "El arte del tiro con arco"

Los mejores aliados son aquéllos que no piensan como los demás. Por eso, cuando busques compañeros para compartir con ellos el entusiasmo del tiro, sigue tu intuición y no te dejes llevar por los comentarios ajenos. Las personas siempre juzgan a los demás poniendo como modelo sus propias limitaciones, y a veces la opinión de la comunidad está llena de prejuicios y temores.

Únete a los que experimentan, arriesgan, caen, se hieren y vuelven a arriesgar. Apártate de quienes afirman verdades, critican a quienes no piensan como ellos, jamás dan un paso sin tener la seguridad de que se les respetará por ello, y prefieren tener certezas a tener dudas.

Únete a los que se exponen y no temen ser vulnerables: ellos entienden que las personas sólo podemos mejorar cuando vemos lo que hace el prójimo, no con el fin de juzgarlo sino para admirarlo por su dedicación y coraje.

Tal vez pienses que el pertenecer a esta alianza no puede interesar a un panadero o a un agricultor, pero yo te digo: ellos ven, aprenden, y ponen lo que aprenden en aquello que están haciendo.

Tú harás lo mismo: aprenderás como el buen panadero a usar las manos y a saber la mezcla exacta de los ingredientes. Aprenderás como el agricultor a tener paciencia, a trabajar duro, a respetar las estaciones, y a no blasfemar contra las tormentas, pues ello sería una pérdida de tiempo.


Únete a los que son flexibles como la madera de tu arco y entienden las señales del camino. Son personas que no dudan en cambiar de rumbo cuando se topan con un obstáculo insalvable, o cuando vislumbran una oportunidad mejor.

Únete a los que jamás dijeron "se acabó, aquí me detengo". Porque así como al invierno le sigue la primavera, nada termina: después de terminar un objetivo hay que comenzar de nuevo, empleando en todo momento lo que aprendiste en el camino.

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